Solo un Relato

Yo durante ese tiempo estuve esperando ansioso en el edificio rosa, ese donde siempre llegan los camiones a descargar toda la mercancía. Exacto ese mismo. Mientras los esperaba pasaron por la televisión ese programa que ve Sara, donde todas las celebridades bailan con personas pobres o comunes.
Es muy malo el programa, pero la audiencia que tiene es sorprendente, ayer cuando leía el periódico camino al trabajo supe que el raiting subió un 28 porciento.
Esa noche bailaban Patricia Ramírez y Sonia Zapata, el conserje del edificio no hablaba de otra cosa, Patricia esto, Sonia aquello, totalmente insoportable. Pobre hombre, limitar su vida a ver un patético programa de televisión, a veces me miro en ese espejo y me pregunto si yo terminare de esa forma.
Cuando el programa estaba apunto de terminar, Vanesa entro agitada, con los ojos desorbitados y la ropa toda desgarrada. Mi primera reacción fue tratar de calmarla y preguntarle lo que le había sucedido, ella solo gritaba:
– ¡No fue mi culpa, no fue mi culpa! –
Yo siempre para esas situaciones soy la persona menos indicada, le ofrecí agua, el conserje llamo a su casa, intente llamarlo a el, yo sabia que venían juntos, pero no contesto. Le seguí insistiendo, para que me dijera algo, pero solo pude lograr gritos y lagrimas, en ese momento mi desesperación creció, nunca había estado en una situación igual. Ella se tiro al piso y comenzó a patear al aire, se termino de desgarrar la camisa o lo que quedaba de ella y al final se desmayó. En la mano izquierda sostenía un trozo de tela con algunas manchas de sangre. Se la quite de las manos antes que llegaran los paramédicos, al momento de subirla al ambulancia no subí, preferí quedarme y tomarme un taxi a casa de Ernesto.


CONTINUA...