Una comedia de Billy Crystal, “Olvídate de Paris”, divertida y apropiada para un domingo en pijamas. Lo que tiene Billy es un sentido menos negro que Woody pero muy atrapante a la vez. Yo nunca e estado en Paris, pero amaría caminar por sus calles. Ahora me encuentro entre las calles bonaerenses y desde hace muchos meses un poco asfixiada por lo cotidiano que se ha vuelto mi estadía, hace días platicaba con alguien sobre mi necesidad de vivir en otros lugares. Y tratando de explicar algo, me respondí. Es lindo llegar a un país nuevo, todo es excitante y novedoso pero al segundo año, la novedad se marcha, lo nuevo se vuelve conocido, es cómo si te casaras con el lugar. A lo mejor ese es mi miedo, casarme con un lugar. Tengo miedo de permanecer y de encariñarme aunque nadie se encariñe conmigo, ¿será por mi sentido nómada? Y sí, ¿Quién se encariñaría a la compañía de alguien que no va a estar más adelante? Muchas veces la tristeza me invade al pensarlo, pero no puedo quejarme, fue una elección. Pero, sin duda soy una niña tonta, yo sigo día tras día entregándome. Me encariño, sueño despierta y siento mariposas en la panza, y se que no debo sentirlas.
Este a sido el fin de semana de las mariposas de colores, cuando los deseos se cumplen uno piensa que son sueños hermosos para recordar siempre. Ahora hago dibujo con modelo en vivo, lo deseé tan fuerte y se cumplió, ¿será que tengo un mago personal? No creo, esas cosas no se les dan a las niñas tontas que tienen miedo a casarse con países. Pero hoy caí en cuenta que sólo tengo mis dibujos, todavía no tengo el dinero para compara los bocetos de Rodin pero puedo ir a un lugar y dibujar los míos.
Es lindo cuando nace esa personita dentro de mí con necesidad de creer en algo que puedo hacer, todavía no hable con nadie de mi deseo concedido, debe ser que estoy abrumada por el genio de la lámpara, apareció y desapareció, que no lo puedo creer.
Quiero sacar todo eso bello que tengo dentro y no tengo a nadie para dárselo, pero lo puedo plasmar en papeles y verlos para disfrutarlos, y si alguien los ve a lo mejor los disfrutaría también.
