miércoles, septiembre 27, 2006

Web


Un nuevo horizonte me llena
hoy sale una oportunidad que voy a tomar.

- Es una señal?
- NO!
- Es el regalo de un destino. Es mi regalo.
Pero no lo meresco. Todabía te pienso maldita blonda hermosa.

(cada día es un camino para no pensarte más)
mi musa

sonido del telefono 3:33 p.m.


En medio de tornados, momentos de alegria visitaron mi dia.

martes, septiembre 26, 2006

26 de septiembre 2006


Mi corazón está estrujado.
Ayer fue mi día y termino siendo mi desdicha,
espere dos meses para llamarla, y
al realizar valientemente mi llamada
me doy cuenta que su vida siguio.

Ella me olvido y busco otro amor,
un musa blonda.
Blonda como ella,
con ojos celestes como los de ella.

Yo soy morocha,
con ojos marrones,
cabellos negros
y risos al viento.

Nunca pude ser tu blonda
¿Será que mis risos dan miedo?

sábado, septiembre 23, 2006

Casa de Valeria – 11:00 p.m.

Valeria: ¿Cómo estas?
Isabel: Ansiosa y con hambre.
Valeria: ¡Trajiste vino y una película! Que detalle.
Isabel: La película es de Darío Argento. Te va a gustar, es de miedo.
Valeria: Cocine, pollo al vino bañado con chocolate amargo.
Isabel: Nunca lo he comido. Se ve delicioso.
¿Necesitas ayuda? Puedo arreglar la mesa.
Valeria: No. Eres mi invitada y tengo el deber de atenderte.
Isabel: Por lo menos déjame abrir la botella de vino y darte una copa. ¿Dónde está el saca-corchos?
Valeria: A tu izquierda. Exacto, allí.
Tu cabello esta más oscuro, me gusta. Te hace ver más grande. Para los que no te conocen dirían que eres toda una adulta.
Isabel: (sonríe) Necesitaba un cambio, para algunas cosas soy muy cobarde pero con mi apariencia soy más osada.
Valeria: ¿Por qué dices que eres cobarde?
Isabel: Durante dos meses delibere en llamarte ó no y finalmente el lunes me decidí y te llame.
Valeria: ¿Fue muy difícil?
Isabel: Un poco. Nunca pido consejos y eso complica mi toma de decisiones. Pero en este caso, creo que el universo conspiró y me convenció.
Valeria: ¿El universo ó una persona?
Isabel: El universo, estoy segura.
Valeria: ¿Comemos?
Isabel: Claro. Se siente un aroma exquisito.
Valeria: ¿Te gusta?
Isabel: Mucho, siento como el chocolate se derrite en mi lengua.
Valeria: El vino que trajiste es delicioso. Malbec, mi favorito. ¿Cómo sabias?
Isabel: En realidad es mi favorito, también.
Valeria: ¿Ponemos la película?
Isabel: Claro. ¿Recuerdas la película anterior?
Valeria: La verdad no, habían cosas más interesantes que hacer. Solo recuerdo la banda sonora.
Isabel: (sonríe) No era una película, era un concierto, de Moloko. Por eso solo recuerdas la banda sonora.
Valeria: Cierto. Te prometo no distraerme.
Isabel: ¿Te sirvo más vino?
Valeria: Sí
Isabel: Hoy estas hermosa y esa camisa de primavera, te queda muy bien.
Valeria: ¿Si? Mira que los colores claros me hacen ver más gorda.
Isabel: ¡Gorda! Por favor Valeria. Si por mi fuera te diría lo hermosa que eres todos los días.
Valeria: (sonríe)
Isabel: (toma de la cintrua a Valeria)


Valeria: No quieres esperar a que maten a la primera victima de la película… Supongo que no… Isabel… Isabel… No…
Que suave estas y ese olor a cerezas.
Isabel: Si, una loción nueva. ¿Te gusta?
Valeria: Déjame sentirla.
Isabel: ¿La sientes? … ¿Quieres más?
Valeria: ¡Te quiero a vos!
Isabel: Cuéntame algo… una historia.
Valeria: ¿Qué te cuente algo? No puedo concentrarme. Detente un rato…
Isabel: Narrame una historia. La que quieras.
Valeria: ¿Una historia? … ¿La qué yo quiera? Pero si sigues tocandome, se me hace muy difícil concentrarme.
Isabel: Por favor, solo narra.

Valeria: “En el norte de China un príncipe debía casarse y organizo un concurso donde las mujeres más bellas del reino participarían para ser la nueva emperatriz.
Una empleada del palacio, siempre guardo un profundo amor por el príncipe. Y decide participar estándo conciente de que las posibilidades de ganar serían muy remotas.
Ella no aspiraba ganar, solo deseaba ver a su emperador de cerca. La noche del concurso la joven entro al palacio y vio a las mujeres más bellas, con los más hermosos vestidos y las más lujosas joyas.
El príncipe repartió una semilla a cada una y dijo: vallan y cultívenla, en seis meses regresen y la flor más hermosa será mi esposa.
El tiempo pasó y la dulce joven cultivo con mucha paciencia y ternura la semilla. Pasaron tres meses y nada brotaba. Día tras día veía más lejos su sueño pero su amor era más profundo.
Al terminar los seis meses nada creció. Conciente del resultado fue al palacio para entregar su semilla y ver a su amor por última vez. Todas las bellas pretendientes tenían una flor, una más linda que la otra. El príncipe observo a cada una de las candidatas con mucho cuidado. Después de examinar todo, anuncio su resultado. La bella joven con el vaso vació sería su futura esposa.
El asombro cautivo la sala. El emperador explicó: Ella fue la única que cultivo la flor que le hizo digna de convertirse en mi emperatriz. Todas las semillas que entregue eran estériles.”

Isabel: Valeria, eres mi musa.

jueves, septiembre 21, 2006

Recuerdos

Te miro hoy y no me canso,
te miro por fotos
donde sales hermosa.
Te escribo anónimos pensando que no los notas.
Pero cuando a la noche me duermo
siempre me conecto,
y a veces vuelo a tu apartamento entre sueños
te veo en la cocina, nunca cocinando.
Y de pronto leo en tus paginas importadas
que los repollitos de Bruselas
lastiman la paz de tu mente.

Sabes que, musa mía, estoy segura que me recuerdas.
En uno de mis viajes
me viste
y me recordaste.
Te conectaste y yo lo sé.

miércoles, septiembre 20, 2006

Globulos Rojos y Globulos Blancos


6:00 am: despertar
6:30 am: fumar
7:00 am: caminar
7:10 am: sub-t
7:30 am: Facultad de Medicina
7:40 am: Azcuena 970
8:00 am: sangre
8:30 am: extración (aguja)
9:00 am: sub-t
9:30 am: Juramento
10:00 am: Maxima (Pil)
10:12 am: fin

lunes, septiembre 18, 2006

Médicos de Buenos Aires


Siento alambres de púas sobre mis manos
siento lava fría debajo de mis pies
siento ganas de romper en llanto
pero,
no sé lo que siento.

Es un dolor que nadie comprende
o mejor dicho
no dejo que nadie comprenda.

Yo no quiero comprender
solo quiero ser comprendida,
como si fuera una autista en medio de enjambres muertos,
como si fuera una muerta en medio de almas vivas,
como si fuera tu almohada en medio de tus cabellos,
como si fuera tu amiga en medio de mi guerra.

Solo quiero que me veas,
pero es imposible
porque soy nada,
soy invisible a tu existencia.
Y así seguirá durante el tiempo que dure mi tormenta.

Jfucker * JJ * cochina


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sábado, septiembre 16, 2006

Soy un jugo Baggio y cuento lo que veo


Me tengo que alejar del fuego, cuando lo tengo cerca siento miedo, siempre las llamas saltan alrededor de las fogatas y los terceros como yo somos los más afectados.
La noche llegó automáticamente, recuerdo haber visto el sol asomado sobre la delgada línea del mar, amarillo con ligeras ondas naranjas, fue hermoso. En la ciudad jamás habría visto un atardecer así, de igual forma estoy conciente que nací en una gran selva de cemento.
Fue un viaje largo no puede llevar la cuenta de las horas pero me gusta la temperatura de este lugar. Todos están frenéticos, bailan, beben y cantan alrededor del fuego. No lo entiendo, nunca había visto algo parecido. Noche, arena, sal, agua y personas festejando. Increíble. Y pensar que pude terminar en el tacho de Callao y Santa Fe. Pero no. Estoy acá, admirando cómo el fuego tiñe el cielo y el mar.
Ahora sí me termine, ya no queda nada de jugo dentro de mí. No importa. Este puesto es de primera fila, a mi lado se encuentran un par de sandalias, dos toallas y la fogata. Me acomodo rápido porque me gusta mucho lo que estoy viendo.
Dos figuras, finas, hermosas, femeninas, exactamente al frente mío. Con la luz brillante y el contraste del fondo oscuro distingo perfectamente las dos formas que se tocan con ternura. La marioneta de la izquierda domina la situación, recorre la piel de su amante con la yema de los dedos, incorpora su boca, sus labios, su lengua y por ultimo su cabeza.
¿Dónde fue? ahora solo hay un cuerpo sentado, erguido, que poco a poco tiembla y cede. Sin previo aviso vuelve a aparecer la marioneta ¿estaría escondida en el fondo de la arena? Quisiera acercarme y ver mejor. La silueta de la derecha domina ahora, besa, toca y desliza suavemente la tira de la malla con el objetivo de sacarla. Estorba, estoy seguro que le estorba. Con la punta de los dedos acaricia la entre pierna y su novia, se estremece. Sí, se estremece y accede.
Ya no escucho los gritos ni la música de la función, por el momento se fue todo el ruido de la fiesta. Ahora solo siento unas pequeñas respiraciones. De vez en cuando se escapa un gemido delgado y delicado. Por un momento de distracción deje de distinguir mis bellas figuras ¿dónde están? el sonido es lo unico que persivo.
Sé que están allí, tocándose y amándose porque oigo sus gemidos me levanto con impetu solo guiado por mis oidos. Las encontre mis marionetas ahora sí muero aquí.

viernes, septiembre 08, 2006

Mi musa armonica

Esa es ella
la que sin habla me hechiza
me llama y no me idolatra.
Mi musa armonica
la mistica que nunca veo
la musa que solo tengo
de cuento en cuento.
Esos cuentos que solo durán un triste momento.

Mi amor platonico

Valeria, Valeria
Mi destino no me deja buscarte
Una lluvia roja tiñe mi llamado
¿llamó ó no llamo?
Llamarte quiero, aunque no lo acepto.

martes, septiembre 05, 2006

Nueve litros de amor

-Hola, soy Amparo Morales.
-Desde hace cinco años no recibo visitas, la última fue mi madre, para decirme cuánto me odia.
-Quiero escuchar de tus labios la historia, son treinta y cinco años. Lo merezco.
-Treinta y cinco años y todavía no dejo de recordarlo. Siempre estuve enamorado de tu padre, pero mis intenciones nunca fueron más allá de una amistad. Amparo solía sonreír. Qué linda sonrisa, era fría y sensual, pero linda.
Él tuvo un cambio repentino. Buscó mi ayuda y entenderás que no pude negarme. Al principio no tenia claro lo que haríamos, pero de la muerte de tu madre estaba seguro. La cité en casa con la excusa de hablar, quería verla, tratar de calmar mí culpa a causa del amor que sentía por tu padre. A partir de ese momento todo comenzó a hundirse. Hablamos, lloramos, me dijo que ya no lo amaba, que su matrimonio era una farsa. Quería dejarlo, pero él no lo permitiría. Pidió mi ayuda y apoyo. Por un segundo quise advertirle de lo que pasaría, sin embargo mi cobardía no lo permitió porque dentro de mí habían dos grandes secretos: el amor por su marido y su propia muerte.
Carlos siempre conoció mis debilidades, en el fondo sabía de la exiastencia de mi marica incontrolable, entonces se adelantó. Mientras ella se secaba las lagrimas en el cuarto, él entraba por la cocina. Fue rápido, se abalanzó sobre ella, la golpeó y la asfixió con una bolsa plástica. Juntos la metimos en la camioneta, fuimos a la Villa para poder desmembrarla. Sí. Desmembrarla. No fue sencillo, cada parte del cuerpo complementa a otra, me costó asimilar aquel acto de salvajismo pero el amor por él me ayudó. Tu padre, completamente fuera de sí dispuso los pedazos por forma y tamaño: manos, piernas, brazos, tobillos y por último el tronco. Fue la parte más complicada porque tuvimos que dividirla en cuatro partes. Con tranquilidad él hirvió cada una de las piezas que confromaron el cuerpo de tu madre durante cuatro horas. Ese olor nauseabundo a carne imitación comida me desquició, todavía lo puedo sentir.
El resultado fueron nueve litros de agua levemente amarilla, él bebió y me pidió que bebiera también. Lo hice sin placer, pero lo hice. Me sentí en una gran cena infernal con Bruto, Judas, Nietzsche y Hitler.
Tomé tres bolsas con restos y los llevé a lugares distintos, él se llevo lo demás. Concluimos en cruzar la frontera, pero todo fue un engaño, no pude descifrar la mente de tu padre, lo amé pero nunca lo comprendí.
Recuerdo ver el noticiero, lo encontraron vivo, lleno de sangre, su propia sangre y su lengua en la mano. En una carta describió el crimen, explicaba lo sucedido y mi total complicidad. Al enterarme quedé atónito, sin habla.
Fue encerrado con la suerte de ser declarado loco. Mi abogado también consiguió que me declaren insano y fui recluido en el mismo pabellón que él. Fue suerte, supongo, pero no para él porque en cuanto pude lo estrangulé. Murió con los ojos abiertos. Mi madre me dijo una vez: las perso-nas que mueren con los ojos abiertos, nunca descansaran en paz. Al ver sus ojos mi satisfacción fue mayor.
-¿Y la cabeza de mi madre?
-No lo sé, esa parte se la llevó él.
-No te culpo por amar, no te juzgo. Cumples cadena perpetua y nada importa en tu vida. Sólo te pido que me cuentes esta historia todos los jueves de visitas, hasta que finalicen tus días.

viernes, septiembre 01, 2006

Es solo una excusa


El comportamiento humano es un dilema. Siempre los cambios son inevitables, nunca puedes predecir exactamente como te sentirás o como actuaras. Algunas veces se piensa que hay control, lo cual es normal. Pero. El control es efímero a la existencia o mejor dicho utópico. Si, utópico. No hay forma de predecir como reaccionar o que sentir. Muchas veces tu mente te engaña, de formas inexplicables. Hace tres meses el destino jugo un juego (valga la redundancia), yo ignore. Pensé que podía jugarlo sin perder. Inocencia mía. No paso. Esa clase de juegos son los peores, comienzan pretendiendo ser fáciles, pero, no.
Ahora después de tres meses tratando de dejar de jugar, pienso, jugar otra vez. Creo que será la ultima, pero, no prometo nada. Mi alma bifurcada quiere y no quiere participar.
En base a esta excusa insulsa trato de justificar mi humor. Ese estado parco que traigo desde hace solo tres meses que comenzó el juego. Creo que en estos momentos no soy buena compañía para nadie ó mejor dicho no quiero la compañía de nadie.
Mi fluidez cuesta.