jueves, abril 05, 2007

La camisa blanca de Tinkerbell.


Hoy fue el primer día de semana santa, y nunca imagine usar esa camisa blanca de Tinkerbell. La compre en octubre del año pasado, por una galería de Cabildo y Juramento. Cuando la vi por primera vez, me enamore, toda blanca y con Tinkerbell esquinada en la parte inferior derecha. No titubeé en comprarla y no pensé que fuera necesario medírmela.
Hoy después de 6 meses, decidí usarla por primera vez, si, por primera vez. Nunca había sentido la confianza para ponérmela, siempre que me veía frente al espejo y me decía: estas muy gorda, no te queda bien, se te nota la panza, en fin, cosas que dicen las mujeres constantemente frente al espejo, todo creado por la histeria de ser mujer. A veces pienso: “si hubiera sido niño, ja”. El niño perfecto, enamoradizo y soñador ó a lo mejor un hijo de puta y mujeriego. La verdad no lo sé, pero es divertido imaginármelo.
Al recordar esto, veo lo sucedido durante mi día. Nunca me encuentro a nadie. Ningún conocido, ex novio ó persona especial. Hoy, fue el día. Como algo insólito, me encuentro con él y de la manera más casual, topados en una vereda (la de Sucre). Y lo más interesante del caso, fue, mi distracción. Lo vi cuando lo tenia al frente, mientras caminaba estaba muy pendiente del chico en la moto (un tipo que arreglaba su moto junto a la vereda), era lindo. Pero me tomo por sorpresa y mi reacción fue tan mecánica. Un beso, un hola y una sonrisa efímera, muy efímera. Trate de guardar la compostura y mis pies jamás dejaron de andar. Camine por inercia y fue hasta la siguiente cuadra donde me templaron las rodillas y mis ojos se llenaron de agua.

1 comentario:

Uncle Greg dijo...

A veces uno tiene la ilusión de encontrar a los que busca, hasta que lo hace y se da cuenta que tal como lo buscamos no aparecerá jamás.
El tiempo pasa amigo.

tk.