Al borde de mariposas y mi corazón.

Ayer hable con un conocido, que todavía no somos amigos, sólo hemos cruzado algunas palabras con respecto al dibujo y gustos afines, y nada más.
Yo siempre de imprudente, lo saludo un domingo lluvioso por el Chat del gmail, y como no tengo otra cosa en la cabeza que el dibujo, mi tema de conversación fue: “no puedo dibujar a mi gata, porque se mueve demasiado”.
Lo bonito de la plática fue transmitir ese entusiasmo y enamoramiento a la forma, le dije que tengo mariposas en la panza y mi corazón por momentos late muy rápido. Él se contagio, y dijo que quería ir a mi luna de miel con la forma y se le despertó esas ganas de dibujar.
Es bonito despertar cosas lindas en las personas. Después de un rato, nos despedimos con un enorme beso y yo seguí mi faena de dibujar todo lo que veo, porque ahora estoy en el país de dibujar lo que mis ojos ven.
Algunas veces siento nostalgia por mis nenitas pero ellas entienden que esto es por su bien.