jueves, marzo 27, 2008

El Ruiseñor que canta en la jaula de oro y el Gorrión libre de hacer lo que quiera.


Bella: Si algún día dejo de verte, ésta no va a ser la razón. Sábelo. Yo dejo de ver mujeres algunas veces.

Isabella:
Nosotras nos vamos a dejar de ver los últimos meses de este año.

Bella:
Ya sábes la fecha exacta. (Ríe)

Isabella: Este es mi último año en el país.

Bella:
¿Dónde vas?

Isabella:
No sé, no importa el lugar. Sólo el irme. Por eso digo que nuestros encuentros de amor, una o dos veces por mes terminarán al finalizar el año, a menos que quieras terminarlos antes. En ese caso no podría hacer nada.

Bella:
Otro viaje ¿por qué? Escapando.

Isabella:
Un poco. De mí. La idea surgió en diciembre cuando fui de visita a mi país.

Bella: De vos, jamás vas a escapar. Estés donde estés. Sucederá lo mismo que acá, después querrás irte a otro y después a otro y a otro.

Isabella: Lo sé, con éste son tres, contando en donde nací. Pero ser nómada me ayuda a no poner raíces en ningún lado. Eso me da cierto grado de libertad. Cómo el gorrión pero prisionera de mi propia jaula de oro en la cabeza.

Bella:
¿Hoy no sirvió de nada? Lo que paso. No quise lastimarte sólo sucedió porque debía suceder, todavía no sé cómo me di cuenta, aunque siempre lo supe, hoy lo confirme.

Isabella:
Mi amor, a pesar de mi tono parco y la actitud pasiva, es una noche muy feliz para mi corazón y todo gracias a ti. Me liberaste un poco o mucho, eso no importa. Lo importante es, lo que sacaste de mí y ahora puedo respirar mejor. Me as hecho feliz y viste la luz y la oscuridad que hay en mi.

Bella: Ayudarte me hace feliz. Pero, no ha terminado y lo sabés.

Isabella:
Si. El miedo más grande es ser un monstruo, por sentir placer y morbo.

Bella:
No fue culpa de vos, sólo reaccionaste a una acción. No te culpes ni reprimas. Acéptalo, aceptaté.

Isabella:
Se despertó algo en mí que no sabia que tenia. ¿Ahora entiendes muchas cosas?

Bella:
Si. Ahora se porque te gusto y caliento.

Isabella:
Me gustas y eres mi amante por muchas cualidades, esa es una de ella, pero hay otras que no tienen nada que ver con la edad. Tu mente me seduce más que cualquier cosa que tengas.

Bella: (Sonríe)

Isabella: A demás eres una excelente amante y contigo comparto un morbo que sólo me das tu y mi morbo sólo te lo doy yo. No importa cuantas amantes más tengamos cada una. Lo que tienes para darme y lo que yo tengo para darte no nos lo puede dar nadie. Cada vez doy más respuestas con tus palabras. (Ríe).

Bella: Aprendes rápido mis términos. Recordá que tengo toneladas de cosas que puedo darte y nada de lo que no puedo dar.

Isabella:
La primera noche lo dijiste y no he olvidado esas palabras. Son tan ciertas y hermosas. Yo también tengo toneladas de cosas para darte y otras no tengo nada.

Bella: ¿Ahora me as copiado? (ríe)

Isabella: (Ríe) No me retes, recuerda que estoy en un constante aprendizaje.

Bella:
Mi nenita, no te reto, me llena de orgullo poder dejar algo en esa cabecita tan compleja.

Isabella:
A veces creo que nos parecemos un poco, pero sólo un poco (ríe).

Bella: ¿Si? No creo.

Isabella:
Sé que somos distintas pero tenemos partes similares, hay un brillo en cada una, un brillo distinto pero igual a la vez y oscuridad también diferente pero la misma a la vez.

Bella:
Eres una nena y ténes muchas ocurrencias. Creadora de personajes.

Isabella:
Todo el tiempo estoy adoptando un roll nuevo, pero en tu cama ya tengo uno definido y no lo quiero cambiar.

Bella:
Nadie pide que lo cambies.

Isabella:
(Se acerca lentamente para besarla)

Bella: (La detiene con las manos y mira fijamente sus ojos)

Isabella: (Se escabulle al vientre de Bella y pasa la punta de la lengua sobre sus pechos y pezones)

Bella:
Sos una putita.

Isabella:
Soy tu putita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Isabella dice:

La belleza de esta conversación es incorparable contigo Bella. Todo lo que hizo esta charla fue hermoso y seguira siendolo.