Todo el día he tenido el corazón muy veloz, cada minuto lo siento más. Me pregunto si podrá ser tan veloz como el corazón de un ratón, dicen los libros que sus latidos son como un pequeño zumbido, he imagino un zumbido donde suenan millones de palpitaciones que se unen al pequeño corazón. Pero me doy cuenta que no soy un ratón, hasta el momento.
Y ahora que escribo estas cosas tontas sobre los corazones recordé un libro llamado “Quién se a robado mi queso”, uno de esos libros de superación personal barata como: “El vendedor más grande del mundo” ó los famosos libros de Osho.
En el libro vivían cuatro ratones, dos con conciencia y dos más mecánicos. Al finalizar el libro, la pregunta obvia es: ¿qué tipo de ratón soy?, y llegue a la conclusión que soy uno de los ratones mecánicos, porque soy esquiva con las consecuencias inmediatas. Siempre que soy parte de una situación (de cualquier tipo) actuó de forma rápida y mecánica, me entrego con amor y trabajo con dedicación sin preguntarme ¿el por qué?. Creo que ese, es uno de los aspectos que debo mejorar de mí, dicen muchos psiquiatras que el ser mecánico es la base de todos los problemas. Y.
¿Qué es lo que debo creer? en una librería leí el epilogo de: “Más Platón y menos Prozac” y la introducción que da es: los psiquiatras son filósofos frustrados.
Espero que no sea cierto lo que dice ese libro, no quiero comenzar a preocuparme por todos los pacientes psiquiátricos como yo.
2 comentarios:
la sensación que me provoca no ser el ratoncito práctico es la de un bote a remo donde una persona no logra cordinar y queda girando en el lago. los pensamientos son peligrosos, más cuando uno se enrosca y no logra salir.
a veces vale ser mecánico.
no estés triste, sos una persona bella.
Gracias greg.
Eres un amor.
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