Esta semana pronostica tranquilidad con la compañía de mi misma.

Por un par de semanas me fue difícil concentrarme para leer y escribir, sólo trate de soñar despierta y hoy en mi llegada de Chica quiero retomar las líneas. Mi cuerpo arde y pica, creo que no hay ningún espacio sin calamina, ese ungüento rosa que se seca y estira la piel; piernas, rodillas, brazo, antebrazo, pechos, panza, ingle, muslos, cara, cuello, cierta parte de la sien y los diez deditos de los pies, pica y mucho. Pero fue divertido el paseo por la montañita, hermoso hostal y linda vista, la primera mañana salí a colgar la toalla y me tope un potrillo marrón oscuro, a mi altura perfecta, me acerque con cortos pasos y siempre viéndole a los ojos, cuando estaba próximo a estirar mi brazo para acariciarle la frente, me miro y titubeé, sin pensarlo dos veces lo acaricie y seguí por su cabellera casi negra por el sucio, el lomo y sus nalgas, recorrido por mi mano derecha; al regresar a su cabeza, volteo y me toco con su boca el cuello, no supe que pensar, ¿le molestará? o ¿querrá decirme quién manda? para no fastidiarle me aleje con pasos cortos pero nunca dándole la espalda, hermoso potrillo macho y no supe su nombre. Después se me vino a la mente tener una casa algún día en la montaña y poder criar un potrillo, un cerdito, dos gatos y un perro tinaquero, estoy segura que pocos conocen el termino “tinaquero” es muy coloquial del interior de este país caribeño, es un perro criollo o sin raza, una mezcla rara entre mezclas y mezclas por lo general son muy feos y nadie los quiere, terminan en la calle o en las casas humildes de las montañas. Pero tienen una noble característica son los perros mas cariñosos y tiernos que he tenido el gusto de tratar, con sus ojitos de “yo no fui” y su mirada de “perrito triste” siempre están para jugar y si les mandas a hacer algo lo hacen. Entre las montañitas pensé la teoría de los tinaqueros, como son feos y nadie lo quiere, son tiernos y desesperados de amor y cariño, o simplemente son tiernos y lindos todos los que yo he conocido. No importa, quiero un tinaquero cuando tenga mi casa en la montañita.

Rebeca dice: estas loca, tu lo que quieres es una granja.
Isa dice: jajaja, me encantaría tener un puerquito con mi tinaquero y el potrillo, seria una linda armonía.
Rebeca dice: ¿y los gatos?
Isa dice: también.